En el negocio toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor

Toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor. Quiero que tengas bien claro esto, toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor. Yo creo que si nosotros entendemos el significado de esta frase que está compuesta de tres partes, toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor, logramos entender lo que necesitamos hacer para llevar nuestro negocio a donde verdaderamente queremos verla.  

Entonces, si quieres lograr tus sueños, quieres lograr esa meta de ser tu propio jefe, de tener control sobre tu tiempo, de lograr la libertad financiera con que siempre has soñado, pues entender estas tres partes de esta frase te va a ayudar a saber qué necesitas hacer. Así que empecemos, La primera parte es toda crisis, crisis. Y yo creo que lo que quiero enfocarme en esta primera parte, es en que entendamos qué es crisis.  

Porque yo creo que el gran problema que muchas personas han tenido es que le han dado un significado a la palabra crisis terrible, que lo que ha hecho es condenarlos al fracaso y a jugar un papel de víctimas. Entonces, yo dije qué bueno que comencemos entendiendo qué es lo que es crisis. Y yo no quería darles mi definición y decir para mí crisis es esto, porque yo puedo decir para mí crisis es esto y después decir lo que quiera, pero no quería que fuera así.  

Yo quiero que leamos en el diccionario, este es el diccionario de la Real Academia de la Lengua, y dije qué bueno poder leer aquí qué es lo que la palabra crisis significa. Y mira lo que encontré. Crisis, cambio profundo y de consecuencias importantes.  

Segunda definición, momento de intensa dificultad. Tercera definición, situación que requiere tomar decisiones importantes. 

¿Eso es? Pero ¿sabes qué es lo que no encontraste, lo que no escuchaste en estas definiciones? Fue crisis, ruina, castigo, tirón de orejas que te está dando Dios, castigo que el destino te está enviando para enseñarte una lección, pena, calamidad, plaga. ¿Eso no lo dice por ningún lado? No, crisis, estado que requiere una acción rápida y decisiva. Entonces yo creo que lo primero que quiero pedirte es que nosotros pongamos las cosas en contexto y entendamos que lo importante no es la crisis, la dificultad, el problema, el reto que puedas estar enfrentando, sino cómo lo interpretas, cómo respondes a él.  

Y parte de saber responder de la manera correcta es entender qué es y qué no es. Porque si tú crees que la crisis es un castigo de Dios, que es el destino que te está dando un tirón de orejas y diciendo te vas por mal camino, entonces tú comienzas a pensar ¿pero por qué a mí?, ¿pero por qué me están dando un tirón de orejas a mí?, ¿por qué me están castigando a mí? Que he trabajado tanto, yo no lo merezco, ¿por qué a mí? Y no te imaginas cuánta gente en estos días va por la calle o por la vida diciendo ¿por qué a mí?, ¿por qué tenía que ocurrir esto justo ahora?, ¿por qué? Porque lo ven como un castigo y mientras tanto las personas que lo están viendo simplemente como una situación que requiere una decisión rápida y decisiva, están aprovechando, están mirando, creando nuevas oportunidades. Entonces lo primero que quiero pedirte es que cambies el chip y comiences a ver la crisis por lo que es.  

Es una situación que demanda de ti que tomes una decisión. ¿Ves? Ahora, ¿qué es lo que sucede? ¿Por qué tantas personas se quedan ahí en esa crisis y no se mueven de ahí y terminan jugando el papel de víctimas? Yo creo que una de las razones es porque el enemigo más grande del éxito no es el fracaso. Muchas veces creemos que el peor enemigo del éxito es el fracaso.  

 ¿Por qué? Porque creemos que fracaso es sinónimo de fracasado y esas dos cosas son erradas totalmente. Ni el peor enemigo del éxito es el fracaso, ni fracaso es sinónimo de fracasado. De hecho, ¿sabes cuál creo yo que es el peor enemigo del éxito? El conformismo y la mediocridad.  

Ese sí es el verdadero enemigo del éxito, el conformismo. Cuando te conformas con menos de lo que podrías lograr, toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor. Quieres definir la palabra crisis de manera que te empodere y no que te debilite, mata tus vacas.  

Deshazte de todas sus excusas. Mira en este momento cuáles son las que tú crees que son las razones por las cuales no has crecido en tu negocio todo lo que pudieras. Y si a lo mejor no has entrado todavía al negocio, ¿qué es lo que te está impidiendo? Porque yo te aseguro que cuando tú lo examinas, no es una razón valedera.  

Yo te aseguro que, en 9 de cada 10 casos, esas razones que tú crees que son verdad, son vacas. Excusas, pretextos, justificaciones que suenan a verdad, pero que en realidad lo único que están haciendo es robándote la oportunidad de vivir la vida que mereces. Entonces, toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor.  

La segunda palabra es la palabra semilla. Toda crisis es la semilla, semilla. Y sabes, aquí frente a mi casa tengo un roble.  

Tú sabes que al roble lo llaman el árbol rey, el rey de los árboles. ¿Y sabes por qué? Porque tiene la madera más dura, más duradera, impresionante. Por eso es que cuando uno ve a una persona así, fuerte y todo, dice, ese es duro como un roble.  

¿No? Y aquí tengo un roble, ya tiene como 20 metros de altura, o sea que es un árbol grande, un tronco grande, y por la primavera siempre bota las semillas. Estas son semillitas de roble, las semillas de roble, y entonces estaba recogiendo yo esas semillas. Mira, esta es una semilla de roble.  

¿Y sabes qué? Lo curioso es que esta semilla de roble, tú la ves y dices, bueno, esa es una pepita ahí que tiene, que es dos centímetros de alto por un centímetro y medio de ancho, y eso no es nada, una pepita. Pero ¿sabes qué? Eso no es una pepita, esto es una semilla, y dentro de esa semilla está todo el roble. Yo sé que suena extraño, pero dentro de esta semillita que tú ves aquí, ahí se encuentra todo el roble, se encuentra toda la información genética para construir otro árbol de 30 metros de alto.  

Ahí está toda la información sobre el tronco, la raíz, las hojas, el fruto, las flores, todo está ahí metido en esa semillita. Yo sé que suena, parece como una semillita que no vale nada, pero esa semillita es una oportunidad, un potencial de algo que hay ahí adentro y que sólo va a salir si lo pongo en las circunstancias que me garanticen que esa semillita va a crecer. Si yo agarro esta semillita de roble y la dejo aquí en mi biblioteca y vuelvo en un año, ahí sigue igual.  

 Y si vuelvo en 10 años, ahí está, a lo mejor petrificada y muerta ya. Pero si yo agarro esta semillita de roble y la pongo en la tierra, y la siembro, y la riego, y la abono, y la cuido, es sólo cuestión de tiempo antes de que comience a salir el tallo y a echar raíces, y en un par de años va a ser ese roble espectacular. Y sabes, tu negocio es eso, una semilla.  

El sueño que tú tienes, esos sueños que te llevaron a empezar tu negocio, son semillas. Todos esos son semillas. ¿Qué hagas con ello? ¿Dónde estés en 10 años? ¿Dónde esa semilla está en 10 años? Depende de lo que tú decidas hacer con ella hoy.  

Si coges tu negocio y firmas tu contrato de distribución, y lo pones en la gaveta de tu escritorio, y coges tus productos y los metes en el clóset, y nunca haces nada, te aseguro que tu negocio nunca va a crecer. ¿Por qué? Es el equivalente a yo coger la semilla y dejarla aquí. Nada va a pasar.  

Pero si coges tu negocio y sales, y lo abonas, y lo riegas, y lo siembras, y lo cuidas, ¿y qué es eso? Salir, hablar de tu oportunidad de negocio, prospectar, compartir tu oportunidad, mostrar tu producto, ayudar a otras personas a que entren al negocio, ayudarles a crecer, a las personas que no quieras, ofrecerle tu producto, que se beneficien de todo lo que tu producto puede hacer por ellos y por su salud. Eso es coger esa semilla y ponerla en terreno fértil. Y entonces tú vuelves en un año, en dos años, y ahí es donde comienzas a ver personas que entraron al negocio y en dos años ya pudieron dejar su trabajo y dedicarse del 100% a su negocio, y ya lograron salir de deudas, y ya lograron crear esa libertad financiera que buscaban.  

Y tú dices, ¿y a qué horas y cómo lo hicieron? Porque ellos vieron ese negocio como una semilla que necesitaba ser sembrada y se atrevieron a sembrarla. Entonces lo que tú tienes que hacer para triunfar en tu negocio es ver todas esas oportunidades que hay a tu alrededor, ver tu negocio como una semilla que puede crecer, hacer un roble espectacular, ver tus sueños como la semilla de algo que puede ser realidad un día. Pero para ser realidad tienes que trabajar en ella.  

Toda crisis es la semilla de un éxito aún mayor. La tercera parte, éxito aún mayor, ¿qué quiero decir con esto de que un éxito aún mayor? Tú tienes dos opciones, o te enfocas en ver las cosas como son en este momento, o te enfocas en ver las cosas como pueden ser. Olvídate de ver las cosas como son.  

Quiero que las mires como pueden ser. Quiero que te enfoques en tu futuro. Quiero que saques un pedazo de papel y un lápiz y escribas, hagas una lista de todos los sueños que quieres alcanzar con tu negocio.  

Todo lo que quieres lograr, todas las razones que te impulsaron a empezar tu negocio. Y luego quiero que traduzcas esos sueños en metas de tu negocio. ¿En qué quiere decir? ¿Qué estás dispuesto a hacer en tu negocio para lograr esos sueños? Porque como todo negocio, estos son números.  

¿Cuántas personas vas a prospectar, agregar a tu lista de personas? Porque ese es el material primordial de tu negocio, son las personas. Entonces todas las tienes que agregar nombres a tu lista. ¿Con cuántas personas vas a compartir tu oportunidad de negocio? ¿Cuántas veces a la semana vas a hacer eso? ¿Una vez, dos veces o diez veces? Déjame decirte que los resultados que tú obtengas van en proporción directa a lo que tú decides hacer con tu negocio.  

Así que haz, haz tu lista de sueños. Determina qué es lo que quieres lograr, qué es lo que quieres alcanzar. Después de ese primer seminario al que yo fui con Norman Vincent Peale y Zig Ziglar y Og Mandino, llegué a mi casa y comencé a hacer una lista de todo y cuando terminé había escrito 139 cosas y lo puse en la puerta del refrigerador de mi casa, lo pegué, una lista larga, 139 cosas que quiero hacer antes de morir y comencé a trabajar en ellas y comencé a tener metas a corto plazo, a mediano plazo, a largo plazo, algo que nunca antes había hecho.  

Cuando yo tenía 14 años, una vez una persona me prestó un libro y lo abrí y leí una poesía que cambió mi vida y quiero terminar compartiéndote tres versitos de esa poesía. Decía, era una poesía del gran poeta mexicano Amado Nervo y Amado Nervo decía, muy cerca de mi ocaso yo te bendigo vida porque nunca me diste mi esperanza fallida, mi trabajo injusto, mi pena inmerecida, porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino y cuando yo leí eso dije, este es el secreto del éxito, entender que yo soy el arquitecto de mi propio destino, que no es mi jefe el que dice qué tan lejos puedo llegar, que no son mis amigos los que me dicen si yo puedo o no puedo, que no son los medios los que me dicen si está bien o está mal o si se puede empezar un negocio y triunfar o lo mejor es esperar, que yo soy el arquitecto de mi propio destino. Así que hoy quiero invitarte a que tú seas el arquitecto de tu propio destino, a que construyas el negocio que tú quieres construir para lograr vivir la vida que tú quieres y has decidido vivir.  

Te felicito por haber tomado el tiempo de invertir en ti mismo. De invertir en convertirte en ese emprendedor y ese empresario que sabes que tú puedes ser.  

También te invito a que seas arquitecto de tu propio destino.